lunes, 15 de noviembre de 2010

Los Callejones y El Errante: La historia comienza...

Existe una frase del genial Stephen King en la que dice que la única razón por la que una persona escribe una historia, es porque a través de ella puede entender el pasado y prepararse para su muerte. Quizá sea muy fatalista y hasta muy ambiciosa, o inclusive, muy personal. Cada quién escribe por un motivo, una razón. Y disfruta de ello.
Ahora bien, no significa ello que uno disfruta cuando alguien muere en un relato, ni mucho menos, se alegra de mostrar cientos de cuerpos mutilados en perfecta disposición. Lo que uno hace, es sencillamente narrar y que las palabras despierten, como por arte de magia, un efecto o sentimiento en el lector.
Escribir el Errante y los Callejones supuso una misión difícil. Porque describo las acciones y sentir de dos seres que como se puede vislumbrar desde el primer capítulo, no son humanos. No radica en esa inmortalidad lo difícil, sino en lograr que sea creíble a lo largo de miles de años a través de los cuales se desarrollará la historia, su relación de odio y desconfianza ante el ser humano.
¿Qué hemos visto hasta ahora? Nada nuevo. Tan solo la presentación, el traslado al formato de historieta de un argumento que ya les hemos contado varias veces y que ahora a través del dibujo de Felipe Avila, han podido visualizar, trazando las fisonomías mentales de los seres alrededor de los cuales gira esta trama.
¿Qué pueden esperar para los siguientes capítulos? Todo, absolutamente todo. No pretendemos explicar nuestro pasado, sino el de estos seres. No pretendemos mostrar la historia tal cual fue, pero si asirnos del aprendizaje, de lo leído a lo largo de nuestras vidas, de las horas dedicadas al estudio, a la lectura atenta.
Queremos hacer del mundo del Errante y su Perseguidor, un mundo único, repleto de aventuras, de misterios, de una persecusión a través del tiempo, a través de la humanidad misma. Y sin ser pretensiosos, confiamos en lograrlo.
Alguno dirá que quizá una trama larga que gire en torno a dos personajes se puede volver monótona. Es un buen punto, pero los escenarios son tantos, los hechos tan puntuales, que podemos apostar a que disfrutarán de cada página.
Cómo así irán conjeturando a través de los interrogantes que quedarán en el camino, intentanto descubrir quiénes son y que motivos los movilizan. No será la clásica lucha del bien y el mal, ni tampoco habrá una visión clásica del ser humano.
Atrás han quedado las primeras trece páginas de la historia, pero todavía fresco en la retina tengo al imponente Errante erguido en todo su ser, observando lo que le depara, en su andar de sangre y callejones. Me divertí escribiéndola, creando estos dos fascinantes personajes. Y les puedo asegurar que no sonreí ante cada manchón de sangre que de una u otra forma se hizo presente a lo largo del relato, pero si, con mucha seguridad, si permití que así sucediera, fue con la única y firme razón de lograr una reacción de parte del lector, de ustedes. Y ya fuese la misma de repulsión, odio o simpatía, la intención es que logre conectarlos con la intriga, el dolor, las penas, el derrotero de estos seres.
El viaje es largo, está repleto de obstáculos, pero a ustedes les toca la parte más fácil: la de disfrutar. Dejemos lo duro para el Errante, el Perseguidor y nuestro querido Felipe, esclavizado dentro de un reloj de arena, dibujando cada trazo con el peso de la eternidad sobre sus espaldas.
El Errante ya está en marcha, ¿acaso no sienten el frío alrededor? ¿o no escuchan sus pasos en la nieve? ¿No? Por las dudas, cierren sus puertas. Y aguarden, relajados, la primera página del segundo capítulo, el próximo lunes.
Y entonces si, podrán decir, ya estoy en viaje para entender el pasado y comprender la muerte. ¿Qué muerte? Todas las que esta aventura promete, junto a mucha intriga, misterio y revelaciones.

8 comentarios:

Martha Barnes dijo...

Estoy esperando ansiosamente, ¡Felipe,a dibujar se ha dicho! Sólo son cientos de páginas, que para vos no son nada y apurate, porque Neto seguramente ya está pensando nuevas y terribles historias que tendrás que dibujar.

SIL dijo...

Qué magistral talento tenés para prologar las historias.
Tu puntuación en Marketing es MAS DIEZ.

No son humanos. BIEN !!!!!

Acá seguimos, atentos.
Díganles a Felipe que no se ahogue dentro del reloj de arena.

Beso x 2

SIL

SIL dijo...

Tachen la s en díganle-s

:)

Con tinta violeta dijo...

La historia es fascinante y el prólogo magistral...esas páginas mostradas hasta ahora hacen que estemos aquí "al pie del cañón dispuestos a asistir a la epopeya que nos anunciais...¡¡como no!!!
Pero Neto...pobrecillo esclavo....ahora lo metes en un reloj de arena???? Como mínimo exijo que le facilites una pinza para la nariz, y una cremallera para la boca, ja,ja....no se nos vaya a atragantar con el polvo...j.a.
¡Animo Felipe, que tu puedes!!!!
Besos dobles.

Felipe R. Avila dijo...

¿ve lo que consigue con sus presentaciones, Amo Neto?¡Que la mayoria de nuestras lectoras mujeres me manden a trabajar!
¿lo hace usted a propósito Amo?
¡justo ahora que usted me habia comprado una reposera y me dijo:"Felipe,descansá un poco acá"
Y va y escribe esto, que despierta pasiones!
usted, Amo netomancia es un !!$%&/$%!!!!
he dicho...

Felipe R. Avila dijo...

Queridas lectoras: resulta que Netomancia me saca de adentro del reloj de arena y me dice: "la arena no te la tragues,porque es para que sientas que estas en la playa.¿Ves que te aprecio?"

¡Y yo le creí!

Felipe R. Avila dijo...

Fuera de broma, ¡gracias Martha,Sil y palomita!

Ah, Martha en un posteo anterior, nos pedia permiso para agradecerles por los comentarios elogiosos a su ilustración del cuento de Neto%&/?$$%!!,ejem, perdon, de neto. Es que sigo enojado con el Amo...

Martha: este blog es un sitio para vos también,si te digo que es tuyo, el Amo me echa, pero sentilo así,por favor. Y los que no lo hicieron aún, visiten el blog de Martha Barnes.Es una sugerencia...

Con tinta violeta dijo...

Vaya con el amos Neto ¡no puedo creer que te haya comprado una tumbona=reposera!
Antes de usarla , fíjate bien Felipe, no vaya a haber colocado algún artilugio punzante escondido y cuando te vayas a tumbar sobre ella...¡igual te dice que es bueno hacerte donante de sangre!
¿Asi que lo de la arenita era para que te sintieras como en la playa?...ja!!!
Abrazos a los dos!!!