En la pizarra que Felipe tiene en su estudio de dibujo leo "J+CF=3186" y me pregunto si acaso en sus tiempos libres, si es que los tiene, está trabajando en la fórmula secreta de algún energizante.
Aprovechando que no está, espío entre sus cosas. Pero no encuentro nada que se asemejara a mi presentimiento. Si encuentro otras cosas, pero no voy a mencionarlas aquí, para resguardar la imagen que tenemos de nuestro querido dibujante.
Sin embargo, debajo de una carpeta alcanzo a ver en números grandes, con trazo a mano alzada "3186". Miro hacia un lado, hacia otro y supongo que Felipe ha ido por un sánguche de queso, de esos que chorrean, como el los prefiere.
Levanto la carpeta y vaya sorpresa. ¡Está dibujando una historieta de ciencia ficción! La primera página es genial, unas enormes naves apuntan al cielo, hay gente en andenes... que es todo esto, me parece maravilloso. Aún no puedo leer el texto, todavía no ha insertado esa parte. Veo los espacios que cuidadosamente ha preparado para el guión.
La escena, de todos modos, me parece familiar. Paso a la segunda página y el misterio se va despejando. Ya se cuál es la historia. Incluso, se trata de un relato que tiene argumento como para seguir más allá del punto final puesto en primera instancia.
Me alegro de haberme topado con esas hojas. Veo que ha hecho anotaciones en los márgenes. Ha puesto "sábado", pero lo ha tachado y encima, escrito "jueves". Con un trazo más fino y pequeño, en un borde dice "jueves de ciencia ficción". Me lo imagino a Felipe sonriendo ante la ilusión de ver nuevamente ciencia ficción en Olvidados, tras aquel debut con la historieta que dio nombre a la página, "Olvidados en el espacio".
Escucho ruidos que vienen del pasillo, una especie de quejido o lamento. Creo que Felipe se ha derramado parte del relleno del
sánguche en la camisa. Rápidamente me subo al escritorio donde guarda los bocetos y desde allí me trepo a la ventana que da al exterior. Cierro la misma en el momento justo que Felipe entra al estudio.
Me voy contento, sabiendo que desde la semana próxima comienza una nueva historieta en el blog y con la tranquilidad que mi querido amigo aún no descubrió que cuando se descuida, visito su lugar de creación y espío sobre las cosas que va gestando.
Algo se pegotea en mis manos. ¡Queso! La duda pesa sobre mi. ¿Como pudo haber llegado el queso hasta aquí afuera? ¿O acaso Felipe me estuvo observando todo este tiempo desde la ventana...?