Es una de las pocas historietas que creamos con libertad total. No existe un guión, existe un texto narrativo y la confianza ciega en Felipe para que con técnicas realmente fuera de lo habitual, recree esta aventura que oscila entre lo trágico y lo romántico.
Y el resultado, en lo particular me encanta. Me gusta como esta historia ha pasado del plano simple de las palabras, a un universo de figuras que desde hace varias semanas nos están llevando hacia lo desconocido, casi como navegantes de la nave espacial que lleva a nuestros protagonistas a un destino aún incierto.
Es este viaje, de cada jueves, que respiramos la alegría de poder crear en una historieta un futuro que si bien posible, ojalá nunca nos toque. Y al mismo tiempo, lograr que en la tragedia florezca esa semilla de esperanza que tanto necesitamos a diario.
Estos dos niños, que tanto aprecio les tenemos, son los dueños de nuestra esperanza. ¿Qué le ha pasado a la nave? ¿Qué sucederá de aquí en más? ¿Puede el amor sobrevivir al mundo? ¿Puede existir a miles de años luz de distancia?
¿Podremos, junto a Felipe, mantenerlos cautivos un capítulo más? Les aseguramos que no es el último, pero verán a lo largo de las siguientes páginas, los próximos jueves, cómo el destino se convierte en juez y verdugo.
Gracias por acompañarnos en esta historia de ciencia ficción. Gracias por estar siempre del otro lado dándonos su cariño incondicional.
2 comentarios:
Neto,esperamos y los acompañamos con amor y estoy segura que la "barra" piensa y siente lo mismo. cariños Martha
Martha ¿Se dio cuenta de lo solos que estamos en este blog,que nadie comenta?
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